Un recuerdo imborrable

UN RECUERDO IMBORRABLE

 Yo nací,

antes de que la pandemia llegase,

y nadie se esperase lo que de un día para otro

iba a cambiar nuestras vidas totalmente.


La gente veía venir el fin del mundo

cuando el Covid se empezó a expandir

con toda la gente infectada sin poder salir

pasaban los meses y ¿cuándo llegaría el final?


Las promesas incumplidas de que todo iba a acabar.

Las promesas incumplidas de que volveríamos a vivir con normalidad.


Las promesas incumplidas de algo que un día se dijo, pero jamás se cumplió.

Las promesas incumplidas de que solo serían dos semanas y todo pasaría.

Las promesas incumplidas de que esto solo era una mala época y pronto todo sería olvidado.


¿Dónde quedó todo aquello?

Todas las promesas se esfumaron,

pero con el tiempo he aprendido a vivir con ello,

ya que con el paso de los años todo quedará en un recuerdo,

un recuerdo imborrable.



REBUSCANDO

Yo nací
 cuando el paludismo
terminaba de erradicarse en España
(en 1965
la OMS dio la confirmación oficial)
y veo venir cómo moriré 
con esas fiebres otra vez endémicas
en mi país
Las promesas incumplidas de la Ilustración
 Las promesas incumplidas del socialismo, el comunismo
[y el anarquismo
Las promesas incumplidas de la poesía moderna
Las promesas incumplidas de las vanguardias artísticas
Las promesas incumplidas de la resistencia antifascista
Amigos: ¿no os parece que va siendo hora 
de hundir los antebrazos en manantiales de agua fresca
además de seguir rebuscando
añicos por el suelo?
                                                                            Jorge Riechmann

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